Dicen que todos los humanos a final de cuentas somos iguales. Sin importar si somos ricos o pobres lloramos las mismas lágrimas y perdemos la misma sangre cuando estamos heridos (no me vengan con enfermedades raras, estoy poético), pero después de lastimarnos lo que podamos hacer con nuestro problema dependerá de nuestros salarios, y mientras el 99,99% de nosotros nos conformaremos con ponernos un parche curita común y corriente cuando nos hagamos un corte en el dedo, los más afortunados podrían optar por algo más acorde a su status: Parches Curita hechos de oro y plata diseñadas por Alysia Dee Kraus para que hasta los accidentes hogareños de la gente rica puedan ser un recordatorio de su fortuna.
No tienen propiedades milagrosas por estar hechas de metales preciosos, pero eso no evita que su precio sea estratosférico: US$250 ($124.500) para la versión en plata y US$1.100 ($547.700) por la edición dorada.
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