Tras el titulo que esconde un repudiado humor negro (del cual a veces me avergüenzo) no hemos reparado lo suficiente en la opresion que esta padeciendo el pueblo de Birmania, aunque quizás todos han visto en las últimas semanas las imágenes que muestran la movilización en masa de monjes budistas, no hemos profundizado nuestro conocimiento a este pueblo. Estos monjes están protestando de forma pacífica en contra de la junta militar, la dictadura que gobierna la Unión de Myanmar desde 1989, demandando cambios políticos y sociales. La fuerza de esas imágenes ha provocado que todo el mundo preste atención y haya comenzado a presionar el comienzo un proceso democrático en Birmania. Eso no alegró mucho a la junta militar, y comenzaron a disparar y matar a los manifestantes. Los canales de televisión y prensa locales, controlados por el gobierno, curiosamente no mostraban nada de esto y simplemente repetían propaganda. Pero fuera del país, la junta estaba quedando en vergüenza, ya que los ciudadanos estaban utilizando internet y los teléfonos celulares para comunicar la verdad al resto del mundo. La imagen que vemos arriba (de The New York Times) es una de las últimas que han logrado salir del país, luego que la dictadura actual tomara una acción insólita: Desconectaron internet. Birmania tiene sólo dos proveedores de internet, y cortar la conexión internacional fue una acción bastante fácil. Por su parte los soldados están confiscando teléfonos celulares que grabaran video y así como cámaras de fotos. Periodistas y personas transmitiendo información o usando cámaras están siendo amenazados y arrestados. Algunos informantes de The New York Times están asustados, anunciando que han hecho suficiente, que no pueden hacer nada más, y que los soldados los están persiguiendo. Pero la tecnología es difícil de silenciar. Aún después de haber cortado internet, los mensajes de texto y las llamadas internacionales, algunos ciudadanos están descubriendo formas de retransmitir la información internamente, contradiciendo la propaganda que comunica el gobierno, e informando al resto del país de los verdaderos hechos. Los ciudadanos birmanos se dieron cuenta que su mayor arma es el poder que les entrega la tecnología. Un ejemplo a seguir para otros pueblos con gobiernos represivos.
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