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03 octubre 2007

La Pantera Rosa

- Diga, señor.

- ¿Tiene usted un habitáculo?
- ¿Un habitáculo?
- ¿Qué?
- Usted dijo "¿Tiene un habitáculo?"
- Sé perfectamente lo que dije. He dicho "¿Tiene usted un habitáculo?"
- Quiere decir si tengo habitación......
- Eso es lo que he dicho, estúpido.

Este tipo de diálogo sólo lo podríamos encontrar en la boca del inspector Clouseau, personaje encarnado por Peter Sellers, inefable protagonista de la saga de películas de la Pantera Rosa dirigida por Blake Edwards, películas que se merecen un lugar destacado en la historia de la comedia. Estas pelis son obligatorias para cualquiera que disfrute con Peter Sellers (por cierto, su verdadero nombre era Richard Henry Sellers) en su mejor faceta como actor cómico. Gags, equívocos, torpezas, ridículos, golpes y porrazos caracterizan entre otras cosas a esta inigualable saga. La primera película de la saga es La Pantera Rosa (1963) y es la que tiene más glamour y menos comedia de todas, y aún así ha marcado todo un hito. La historia de una fabulosa joya llamada la Pantera Rosa, el brillante más grande y codiciado del mundo, da lugar a un inicio de los que no se olvidan en el cine.


Al son de la sensual música compuesta por Henry Mancini discurren unos títulos de crédito jamás vistos por aquella época, donde un rosáceo felino se dedica a perpetrar sus particulares travesuras sobre el infeliz inspector Clouseau. Estos títulos iniciales creados por Friz Freleng y David H. DePatie, dos animadores clásicos de la Warner Brothers, dieron lugar a una serie de dibujos animados que empezaron al final de la década de los 60 y se prolongarían hasta bien entrados los 80, como por ejemplo The Pink Panther Show (1969), The Pink Panther and Sons (1984) y The Pink Panther and Friends (1989).



La historia se desarrolla en torno al posible robo del pedrusco por el Fantasma, famoso ladrón que ha sido capaz de esquivar todos los intentos de la policía por detenerle, y que tiene la particularidad de dejar su firma tras los robos que va cometiendo con un guante donde se puede leer una 'P' bordada con hilo dorado.

Si bien Peter Sellers es el centro de atención en todas estas películas, se ve obligado a compartir su protagonismo en este caso. El actor que encarna al sufrido inspector de policía aparece aquí acompañado de otras estrellas de la época, como David Niven que encarna a Sir Charles Lytton (el Fantasma), Capucine en el papel de Simone, mujer del inspector, o Claudia Cardinale como la princesa Dala, sexy propietaria de la joya. De hecho, Peter Sellers es en gran parte de la película un personaje casi secundario, y la historia se desarrolla entre robos, celos y amores en una trama donde se entremezclan Sir Lytton y Simone, cómplice y adúltera, Georges, sobrino y aprendiz de su tío Charles, y la princesa Dala, que se apunta a un bombardeo.

Mientras tanto, el inspector de la sureté no sabe ni por dónde sopla el viento, va dando palos de ciego intentando atrapar al ladrón, sin éxito claro está, y lo que es peor, sin sospechar que su mujer es la amante y principal cómplice de aquél al que lleva persiguiendo tantos años.


Claro que Sir Lytton no le hace ascos a nada, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, intenta ligarse a una caprichosa princesita de un lejano reino oriental, con la excusa eso sí, de querer robarle la Pantera Rosa.



No quiero repetirme, pero es que hay cosas tan jiles en estas películas, como por ejemplo lo de taparse la nariz para que no te reconozcan la voz por teléfono. ¿No es encantador saber que alguna vez el ser humano fue tan ingenuo?

También se pueden ver cosas como la primera aparición (y única en esta película) de la famosa gabardina y el sombrero del inspector Clouseau que acabaría marcando una época como un icono del policía torpe (y si no, vean al inspector Gadget).

Sólo al final de la película empiezan a darle algo más de bola a Peter Sellers y sus capacidades para la comedia.


Y la película acaba con una escena que es la quintaesencia de lo absurdo (no olvidemos que estamos en 1963); la fiesta de disfraces, con personajes a cuál más grotesco: gorilas, cebras, arlequines, y claro está, el más grotesco de todos ellos es el propio inspector.



La fiesta da lugar a una clásica comedia de situación que acaba con un robo fallido y la catastrófica escena final en la plaza del pueblo, ante la mirada atónita y a la vez imperturbable de un buen hombre que asiste asombrado a este desfile de personajes inauditos.





La segunda película fue El nuevo caso del inspector Clouseau (1964). En ésta se olvidan del ansiado brillante y la acción se centra en una serie de asesinatos y su posterior desenlace típico del estilo "¿Quién es el misterioso asesino? ¿Habrá sido el mayordomo?". Sin embargo lo que sí que permanece son los títulos de crédito animados que ya son marca de la casa, al compás de la melodía de Mancini, que también se ha convertido en un clásico del cine. A destacar también el plano secuencia junto con la música original "Shadows of Paris" (otra vez Mancini) de la primera escena de la película.


En esta película, Blake Edwards pasa de estrellas y de glamour para centrarse en las dotes interpretativas de Peter Sellers. Ya no hay David Niven, ni Claudia Cardinale, ni Capucine. Este es un producto hecho a medida de Sellers, y el resultado acaba siendo una de las mejores comedias de toda la colección felina.


Como acompañamiento, en esta ocasión aparecen unos personajes que ya no abandonarán la saga en ningún momento. Es el caso del enajenado inspector jefe de la sureté Charles Dreyfus encarnado por Herbert Lom, o el mayordomo Cato (Burt Kwouk). Otros personajes volverán a aparecer más adelante, pero no adelantemos acontecimientos.


El inspector jefe Dreyfus es el pobre hombre que tiene que sufrir con el inepto Clouseau a su cargo, y pese a saber de su incompetencia, nunca puede deshacerse de él, ni por las buenas ni por las malas. Por otra parte, el mayordomo Cato es un chino ("mi amigo de piel amarilla" como le llama Clouseau) al servicio del inspector, y aparte de las tareas domésticas habituales, tiene encomendada la misión de atacar a Clouseau en cualquier momento y en cualquier lugar a modo de entrenamiento para estar siempre alerta, como todo buen policía.



Pero lejos de estar alerta, nuestro inspector de policía se come todos los marrones aunque eso sí, se libra siempre de todos los atentados a los que le someten, gracias a una increíble combinación de suerte, torpeza e incompetencia.




La peli transcurre entre bombas, tiroteos, asesinatos, misterios, y Peter Sellers en su planeta, feliz e ignorante de todo lo que le intentan hacer. Él sigue a lo suyo, con su investigación, intentando arrojar algo de luz sobre el caso que tiene entre manos. Y mientras tanto, carcajada tras carcajada en la que es una de las mejores comedias de la Pantera Rosa.


Todo acaba con un final tan insospechado como genial, que parodia esas novelas detectivescas de Agatha Christie o esos telefilmes de Se ha escrito un crimen, donde el intrépido policía señala del dedo al culpable, que se desmorona y acaba confesándolo todo. Pues no, con el inspector Clouseau nada ocurre como se esperaba. Pero para saber cómo acaba habrá que ver la película.


La tercera película de la saga es El regreso de la Pantera Rosa (1975). Más de diez años pasaron hasta que se pusieron de acuerdo para firmar otro proyecto con, cómo no, Peter Sellers de protagonista. Para esta ocasión la trama vuelve a los derroteros iniciales con el robo de la Pantera Rosa a cargo del Fantasma, Sir Charles Lytton, que esta vez es interpretado por un tal Christopher Plummer. Todo lo demás sigue estando allí: títulos de crédito iniciales con la Pantera Rosa, música de Henry Mancini, y la película girando cada vez más en torno al inspector Clouseau y su desesperado superior Dreyfus.


En esta película se sigue insistiendo en el lado cómico del personaje de Clouseau. El defensor de la loi sigue tan torpe como siempre. Con su característica gabardina y sus disfraces va sobreviviendo de milagro a diversos atentados, zurrándose con su abnegado mayordomo Cato, y mil torpezas más que ponen a prueba la delicada salud de su pobre jefe Dreyfus.

A destacar el diálogo que abre este mismo post, que podría resumir de un plumazo la idiosincrasia del personaje. Genial.


La película sigue manteniendo el nivel tan alto que marca la saga en su conjunto, y sería difícil decir cuál de todas ellas es la mejor. La cuarta película de la saga es La Pantera Rosa ataca de nuevo (1976). Los habituales créditos iniciales no dejan de sorprender, siendo esta vez un completo repaso de guiños y homenajes a grandes clásicos del cine como Hitchcock, King Kong, Drácula, Cantando bajo la lluvia, etc.


Este capítulo retoma la historia donde la dejó El regreso de la Pantera Rosa: con el inspector jefe Dreyfus internado en un hospital psiquiátrico con los nervios destrozados por culpa de Clouseau. Ahora el propio Clouseau ha sido ascendido al cargo de inspector jefe de policía en detrimento de Dreyfus. El ex jefe, atormentado por tres años de reclusión y por el ascenso del que era su antiguo subordinado, escapa de su internado e intenta asesinarle por todos los medios a su alcance. Incluso llega a secuestrar a un científico para construir una máquina con la que destruir el mundo si los gobiernos de todo el mundo no ponen a su servicio a los mejores asesinos y acabar con Clouseau. Con este delirante argumento se presenta a Clouseau evitando todos los intentos de acabar con su vida, por supuesto ignorando siempre lo que ocurre a su alrededor: navajeros, bombas, tiroteos, todo eso no existe para él. Incluso los propios asesinos se van aniquilando entre ellos gracias a la proverbial torpeza (o estupidez) de Clouseau.


En resumen, una película completamente absurda que sólo conserva el interés de ver a Peter Sellers en situaciones cómicas. Porque a pesar de todo, la película sigue estando a un gran nivel. Pese a todo, a Blake Edwards y su guionista se les fue un poco la olla. La quinta película es La venganza de la Pantera Rosa (1978).


Después de los delirios de la anterior entrega, el río vuelve a su cauce y nos presenta una trama más policial-detectivesca y acorde con el resto de las películas de la saga. Un clan de la mafia quiere demostrar que aún tiene poder, y para ello decide matar a alguien relevante. El elegido para tal fin es Clouseau. Craso error: les costará sangre, sudor y lágrimas. Tras varios intentos fallidos, acaban consiguiendo su objetivo, o eso creen, ya que el indestructible inspector sigue vivo, y aprovecha el incógnito que le brinda su aparente muerte para investigar el caso.



El inspector Dreyfus vuelve a su cargo de inspector jefe (todo un ejercicio de incoherencia tras ver el final de la película anterior), feliz de la vida tras conocer la noticia de la desaparición de Clouseau. Pero su trauma no mejora tras ver accidentalmente al fantasma de Clouseau.


Esta película entretiene bastante y mantiene un buen nivel, y aunque no es de las mejores, tiene unas cuantas escenas que merecen la pena. Además siempre es un placer ver a Sellers en papeles de corte cómico. La última película de la saga es Tras la pista de la Pantera Rosa (1982).


Esta es una película muy especial. Incluso se podría decir que no es una película, sino un largometraje que rinde tributo póstumo a Peter Sellers. La película se rodó en 1982 y Peter Sellers murió en 1980, entonces ¿cómo es eso posible? Pues a base de rescatar tomas descartadas de otras películas. Así, vemos reaparecer actores que quedaron atrás, como David Niven, Claudia Cardinale, y por supuesto todos los personajes que han aparecido a lo largo de las cinco películas, como Cato o Dreyfus. Una película sólo para fans y que sólo aporta la curiosidad de ver cómo un homenaje a un actor puede llegar a estrenarse en el circuito comercial (¿cuántos actores pueden presumir de algo así?). Aunque se han seguido haciendo más películas de la Pantera Rosa, como La maldición de la Pantera Rosa (con Roger Moore en su eterno papel de actor suplente), El hijo de la Pantera Rosa, y La Pantera Rosa del 2005, todas ellas son auténtica basura. Como bien dicen en los créditos de Tras la pista de la Pantera Rosa:

Recordad, kumas y flaytes. Allá donde vayas, siempre estará el inspector Clouseau para hacer sentir el peso del largo brazo de la ley. Y ese día les tendrá reservado un habitáculo. En la cárcel.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sinseramente es espectacular todo lo que hay de la pantera rosa y en especial de peter seller. no se si seras pariente de Richard Henry Sellers mejor conocido como peter ;)

Anónimo dijo...

Argumento previo:
El diamante La pantera rosa es nuevamente robado desde su lugar en Lugash. Las autoridades deciden llamar nuevamente a Clouseau . El inspector se embarca en un avión que desaparece en el trayecto.
Una famosa reportera de televisión Marie Jouvet continuará su investigación.
En la escena final se lo ve a Clouseau sin mostrar su rostro agraviado por un ave , limpiándose con un pañuelo y espresandose al respecto.

El caso continua , la pista y el porqué de donde esta se develan Clouseau (Rob Schneider transformado en su interpretacion) continua con su investigacion : The Curse of the Pink Panther.