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20 febrero 2008

Amélie Nothomb


“Gótica, incisiva y misteriosa: Amélie Nothomb podría ser un personaje de película: Tim Burton cruzado con David Cronenberg. Una chica provocativa que escribe extrañas historias de amor. Historias de amor que, a su vez, son historias de muerte.
Una punky del siglo XXI que hurga -con personajes freaks y un humor macabro- en los sentimientos menos luminosos -y a menudo vergonzosos o perversos- de la vida. Diario de Golondrina, su último libro, es la inquietante historia de un hombre que se convierte en asesino a sueldo después de un gran fracaso amoroso. Y más: el único placer que logra sentir es al asesinar. Sin amor, esa es su única endorfina: matar. Hasta que un día, una de sus víctimas vuelve a hacer latir su corazón. Pero, claro, ya está muerta. Un libro breve -como suele escribir Nothomb- cargado de pólvora: de provocación, humor y tristeza. Así son las novelas de Amélie: pequeñas bombas que actúan en silencio, que espantan, conmueven y generan adicción.”

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22 noviembre 2007

Valis, la epifanía de Philip K. Dick


Publicada recién en 1981, VALIS fue escrita originalmente en 1978, cuando Dick trataba de entender, por medio de la escritura, una epifanía vivida por él en marzo de 1974. La narración acompaña la búsqueda de su alter ego, Horselover Fat - una broma con el nombre propio de Dick, ya que "Philip" o "Felipe", en griego, significa "amante de los caballos", y "fat" significa "dick" en alemán - un término vulgar para "pene", supuestamente. Una búsqueda en un diccionario de jerga hippie trae "horse" como eufemismo para "heroína", lo que, dado el pasado de Dick con las drogas, es otro posible sentido para el nombre del personaje. Sin embargo, Horselover Fat es más que un juego de palabras con el nombre del autor; él es el propio autor, o una faceta de él, y eso complica sustancialmente la narración, creando una tensión entre verla o no como fabulacion - un texto que no debe leerse como una mímesis o imitación de la realidad. El primer indicio de confusión entre Dick y Fat aparece en ciertos "deslices" en los que el narrador dice "yo, es decir, Horselover Fat". Fat domina la escena en los primeros capítulos, pero de a poco va cediendo espacio al propio Dick, que es el personaje-narrador. Fat concentra el dilema religioso - después de su epifanía, se pregunta si está loco o si realmente tuvo contacto con la divinidad suprema. El argumento religioso de Dick (¿o Fat?) se basa en una versión aún más sincrética del gnosticismo, coloreada por elementos de ciencia ficción, como emisiones de conocimiento puro enviadas desde la estrella Albemuth. En cierto momento, Dick y sus amigos, Kevin el escéptico y el cristiano David, van al cine a ver un film llamado Valis, producido por un cierto Eric Lampton, un rockero (homenaje a Eric Clapton, seguramente). La descripción del filme sugiere una producción de David Cronenberg al cuadrado. En la película, los amigos encuentran mucho del argumento de Fat, organizado en una "exégesis" que aparece como anexo al final de la novela, y que es extracto de una compilación mucho más grande, escrita por el propio Dick después de la epifanía. También aparece como citas a lo largo del texto. Kevin, David y Dick resuelven entrar en contacto con Eric y su esposa Linda (existe una Linda Clapton, claro) y descubren que ellos y un científico llamado Mini, que se está muriendo de cáncer después de realizar experimentos de trasmisión de informaciones vía laser, estarían en contacto con la misma fuente de la revelación de Horselover Fat. El matrinomio tiene una hija, Sophia, que afirman ser la última encarnación de la mente universal conocida como VALIS - Vast Active Living Intelligence System, que emana del concepto del universo como un vasto sistema de computación; en la versión de Dick, el universo tendría conciencia y la capacidad de comunicarse con las personas por emanaciones dirigidas, hablándoles con la voz de una inteligencia artificial. La idea de que informaciones místicas y científicas revolucionarias puedan estar codificadas en una película clase B de ciencia ficción suena como una de las ideas más "dickeanas" del libro.

VALIS es en parte ensayo teológico, en parte autoanálisis irónico del autor, en parte novela metaficcional de ciencia ficción y en parte comentario cultural de cierta época y lugar (los años 70 en California). Que Dick logre mantener todas esas "bolas" en el aire es un hecho de malabarismo literario, y el efecto que las une en su movimiento es la ironía, bien marcada particularmente por los diálogos a veces hilarantes entre Dick, Fat y sus amigos. Esos diálogos dan una cierta vivacidad y calor humano a los personajes, muchas veces ausentes en sus otras obras. El otro efecto incitante y potencialmente desestabilizador de cómo encaramos el texto es el precario equilibrio entre lo que podemos entender del conflicto entre Fat y Dick, y de cómo insertamos la actuación de cada uno de ellos dentro de la trama. A veces el autor da una pista: Fat habría adquirido súbitamente la habilidad de hablar y leer en latín y griego, y Dick-el-personaje comenta que sabe lo que el otro dice en esas lenguas porque él, el escritor, investigó sobre ellas para su trabajo - de manera metaficcional, él expone el recurso que existe por detrás de la ilusión de la literatura. Pero a cierta altura Dick-el-personaje está con los amigos en California mientras Fat viaja por el mundo en busca de una nueva encarnación del Salvador, llevando al lector a frotarse la cabeza y preguntarse "¡¿cómo?!" Uno de los juegos más interesantes en la novela es cómo Dick o Fat parecen retroceder al fondo de la narración, conforme su otra mitad avanza hacia el primer plano. Es como si uno se "embutiese" en la cabeza del otro.

No obstante toda esa riqueza de implicaciones, VALIS es tal vez una novela demasiado personal para ser realmente apreciada como construcción literaria. No es posible desvincularla de la biografía de Philip K. Dick, que se torna necesaria para su comprensión más profunda, aunque el libro esté claramente concebido para ser absorbido sin conclusiones respecto de su contenido o de la trayectoria de sus personajes - tanto que el aspecto mesiánico de la novela estaría desarrollado en otra obra, La Invasión Divina, de 1981. Una experiencia de lectura única, VALIS es un acontecimiento en el campo de la ciencia ficción.

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12 octubre 2007

Las Ciudades Invisibles de Calvino

Las ciudades fantásticas otorgan a los personajes que las habitan una motivación especial. Son su deseo, su obsesión, su cárcel, su esperanza. Pueden morir por quedarse, por irse, por defenderlas. Quizás el mayor artesano en crear ciudades imaginarias fue el escritor italiano Italo Calvino, de ahi el titulo (no del encargado de predicar el Calvinismo), quien dedicó un buen tiempo a coleccionar ideas sobre ciudades imposibles. Llevó religiosamente apuntes en varios cuadernos que más tarde se transformaron en libro. Las ciudades invisibles es un heterogéneo catálogo de lugares visitados por Marco Polo, quien maravilla al Kublai Jan relatándole con detalle sus experiencias. Mencionamos sólo una de las ciudades creadas por Calvino de un libro que no tiene una sola pagina (o ciudad) que no valga la pena leer: Octavia, ciudad telaraña, está situada entre dos montañas, cuelga sobre el vacío, mantenida por una red de cuerdas y cadenas. Todo pende de ella y como cualquier ciudad próspera tiende a crecer, sabiendo quienes viven allí que la resistencia de la red tiene un límite.

Muchas ciudades fueron pensadas apartadas de la superficie. Es el caso de Zalem, del animé Alita Battle Angel (Gunnm, 1993), donde nos encontramos con una magnifica ciudad flotante suspendida a cientos de metros de otra cuyos pobladores viven en la pobreza. Día a día reciben de Zalem toneladas de basura que llueve sobre ellos y los obliga a vivir rodeados de desperdicios. La diferencia de clases nunca estuvo representada de una manera tan gráfica. Zalem cuenta con trampas que se activan cuando detectan que alguien trata de llegar a ella. Lo más probable es que quien lo haga encuentre la muerte.

Cacodelphia es otro de los muchos ejemplos de urbes subterráneas; descripta en la novela Adán Buenosayres, del escritor argentino Leopoldo Marechal. Se accede a ella por un pasadizo vertical situado entre las raíces de un ombú. Una vez bajo tierra, se deberá cruzar un río de aguas oscuras en un bote a motor. La ciudad esta dividida en pequeños barrios, cada uno de ellos responde a una arquitectura fantástica concebida por la febril imaginación de sus habitantes. De acuerdo a sus dimensiones e inmovilidad, parece imposible pensar que una ciudad se pierda. Sin embargo, el exotismo de ciertas regiones hace factible la ilusión. Así está catalogada, por ejemplo, Opar: como una ciudad perdida, tragada por la jungla, ignorada por los mapas. Sus habitantes tienen buenas razones para permanecer invisibles: el abundante oro que decora cada rincón de la ciudad, y que podría ser motivo de codicia para el hombre blanco, es una de ellas. El aspecto simiesco de sus pobladores, otra. Opar aparece con frecuencia en las novelas que Edgar Rice Burroughs escribió sobre Tarzán, su más famoso personaje.

Bajo las aguas, en lo más inaccesible del abismo marino, descansan las ruinas de R'lyeh, una antediluviana ciudad recurrente en la cosmogonía de H.P.Lovecraft. Sus monolitos y obeliscos aseguran a quien tenga la oportunidad de verlos, que una raza de gigantescos hombres pez alguna vez dominó los océanos. Se sugiere que no están extintos, que el fondo de los mares podría emerger y devolverles a estas viscosas criaturas el poder sobre los hombres. El misterioso escritor de Providence revela incluso la posición exacta en la que, en un punto del Océano Pacífico y sumergida a miles de metros de profundidad, se encuentran los restos del imperio.

Los superhéroes son parte de una mitología urbana. Ciudadanos anónimos de los lugares que protegen, suelen tener el privilegio de poder observarlos desde la altura. En el cuadriculado mundo del cómic, invariablemente una larga hilera de edificios es el granítico paisaje de sus aventuras. Batman y Superman, defensores de Ciudad Gótica y Metrópolis, respectivamente, tienen una relación camaleónica con sus ciudades; aunque ambas están inspiradas en Nueva York y comparten la previsible acumulación edilicia, es interesante descubrir que la arquitectura de una y otra reflejan el mundo interno de cada personaje. Ciudad gótica es sombría, replegada sobre sí misma, apenas iluminada bajo un cielo encapotado siempre preparado para derrumbarse. Su estética repite gárgolas, cúpulas, arcadas, pararrayos, túneles... Es común encontrar al atormentado hombre murciélago agazapado en cualquier cornisa, contemplando la avenida bajo sus pies como si se tratara de un agudo precipicio, una grieta directa al centro de la Tierra. Metrópolis, hogar del niño venido de Kriptón, es lo opuesto: un lugar más luminoso, con más espacios entre edificios, un abundante cielo azul para realizar sus piruetas y torres de acero y cristal que duplican su capa roja cada vez que se sumerge entre rascacielos.

En otro extremo, sin desarrollar una arquitectura particular, algunas ciudades de fantasía presentan un problema psicológico o metafísico, y es en la relación que los personajes establecen con ella donde se percibe el conflicto. Para los especuladores turistas de Ruletenburgo, de la novela El jugador, la estrategia en el juego y la cambiante suerte es un correlato de las alianzas que se establecen entre ellos. Las dos tienen un objetivo final idéntico: poder asegurarse una vida de riquezas. Ruletenburgo esta inspirada en una centro balneario real (Wiesbaden) que Dostoievski visitó durante varias temporadas. Tar, en cambio, es una ciudad a la que un par de niños pretenden llegar caminando. El filme experimental de Alejandro Jodorowski Fando y Lis, de 1968, se apoya en la idea de una ciudad maravillosa hacia la cual es preciso peregrinar; el viaje es más importante que el destino en sí mismo. En la película de Hugo Santiago Invasión, también de 1968 y basada en un guión de Jorge Luis Borges, la ciudad, bautizada Aquilea, es víctima de un sitio llevado a cabo por hombres vestidos de blanco. Los habitantes organizan una resistencia armada y se libran combates. Quienes luchan desconocen que la batalla es eterna.

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10 septiembre 2007

Steampunk y Otras Hierbas

Debido a un libro que estoy leyendo "El Hombre del Castillo" escrito por el pico (P. Dick), me preocupe de buscar sus antecedentes en la novela "historica alternativa" encontrando dos corrientes bien difereciadas de este tipo de ciencia ficcion:


Por un lado encontramos el steampunk cuya muestra filmica mas representativa fue LXG (league of extraordinary gentlemens). Cuya premisa basica se remite a la question: ¿Qué pasaría si hubiéramos tomado un camino científico diferente al que ahora tenemos? o mejor dicho¿Qué pasaría si en vez de transistores, electrónica, y combustibles nucleares hubiéramos continuado el camino de la tecnología a vapor y el combustible de carbón? Tal vez hubiéramos avanzado a la actual era de la informática por la máquina sumadora con ruedas dentadas y tarjetas perforadas (como la ideada por un tal Babbagge) en vez del radio "a tubo" y posteriormente del transistor. El steampunk responde estas preguntas mostrandonos un mundo que parece anclado en las historia (principalmente victoriana) tan alejado de nuestra realidad y a la vez tan avanzado científicamente (en su extraña y retorcida forma de hierro, carbón y vapor) como el nuestro. El género ucronico steampunk se resuelve en un siglo XIX, en una era Victoriana alternativa, donde los problemas de esa época (superpoblación, racismo, pobreza y desempleo) conviven con los más extraños inventos propulsados por carbón y vapor.

Otra rama es la ucronia, la cual es un subgénero de la ciencia ficcion que también podría denominarse novela historica alternativa, ya que se caracteriza porque la trama transcurre en un mundo desarrollado a partir de un punto en el pasado en el que algún acontecimiento sucedió de forma diferente a como lo ha hecho en realidad. En este subgenero muy recomendable es el libro de Kim Robinson llamado Tiempos de Arroz y Sal, cuya trama gira en torno a que las consecuencias de la peste negra en Europa fueron mayores a las reales con lo que la poblacion se vio completamente diezmada, llevandose consigo toda su predominancia que muestra en ambitos culturales (Occidentalizados) como religiosos (tradicion judeocistiana). En este nuevo orden social, uno de los polos civilizacionistas que emerge es el Chino, en contraposicion al Islam. Sin ir mas lejos El Hombre del Castillo de P Dick responde a este genero narrativo, ya que la novela nos muestra una sociedad mundial repartida entre las potencias que "ganaron" la WWII, mostrandonos una Alemania muy sofisticada y ampliamente superior a las demas naciones y un Japon imperial atascado por el mal matrimonio entre sus costumbres clasicas con el desarrollo tecnologico imperante. Es entretenido leer algo en el cual EEUU no aparezca triunfalista, sino como un misero pedazo de tierra, un botin de guerra cuyos ciudadanos caminan por la vida con la cabeza gacha ante los triunfadores Alemania y Japon


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